lunes, 22 de enero de 2018

LOBO. ESPAÑA. LA FALSEDAD DEL AUMENTO RECIENTE DE LAS POBLACIONES


A mediados del siglo XIX, el lobo ocupaba casi toda España peninsular (unos 450.000 km2), con unos 9.000 ejemplares estimados (cifra mínima). Por persecución directa, en un siglo, a mediados del XX, su área se reducía a la mitad occidental y de modo separado el Pirineo. En los años 1960 alcanzó su mínimo histórico, un área de unos 82.000 km2 en el noroeste peninsular, más tres pequeños núcleos aislados en Sierra Morena, Extremadura y sur de Portugal. En el primer censo nacional (ICONA, 1986-1988) se estimaron 294 grupos en 100.000 km2. En el segundo censo nacional (2012-2014), las cifras son muy similares, con 297 grupos en 91.000 km2. Por su parte, en Portugal (1996 y 2003) se estiman 60 grupos en 20.000 km2 con tendencia regresiva. Por tanto, en los últimos 30 años no ha habido recuperación alguna en las poblaciones ibéricas de lobo. Si acaso un aumento en el área de ocupación, para algunos del +40%, si se compara el mínimo de 1960 con el primer censo de finales de los 1980. Desde entonces el área no ha crecido, según los mapas de abajo, e incluso se han perdido las poblaciones aisladas de Extremadura (Sierra de San Pedro) y Sierra Morena (es posible que aún quede algún ejemplar, pero no una población viable). Todo esto pone en entredicho las interpretaciones interesadas de las administraciones públicas para facilitar la caza legal del lobo.

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