El
aguilucho papialbo (
Circus macrourus) se consideraba
rareza en España hasta
2015 debido al notable aumento de los avistamientos en España.
Entre 1990 y 2013
se han recopilado 212 registros (215 individuos), un 46% durante la migración
primaveral y la
costa mediterránea (Cataluña y Baleares). El
paso otoñal
(agosto-noviembre) muestra un incremento notorio, pasando del 8% al inicio del
estudio al 39% después de 2011, estando
centrado en Navarra y Cataluña (ambos
lados del Pirineo, vías principales de entrada a la península). La
nueva
población reproductora del norte de Europa podría ser la causa, con la
consiguiente aparición de una
nueva ruta migratoria. En la primera parte del estudio (años 1990) las aves se ven sobre todo en primavera y en el este ibérico, un patrón típico de aves migradoras desplazadas por fenómenos meteorológicos (similar a cernícalo patirrojo, mosquitero silbador o zarcero icterino). En la parte final del estudio (desde 2010), predominan las citas otoñales, en lo que parece ser una nueva ruta a través de ibérica que se ha consolidado.
Desde 2005, algunos
ejemplares permanecen todo el invierno en la Península (principalmente en
Levante y Andalucía), tendencia en aumento. En conjunto, el número de
registros
aumenta de manera exponencial desde 2008.
Àlex Ollé, Fran Trabalon y
Marc Bertran. 2015. A review of occurrences of the Pallid Harrier Circus
macrourus in the Western Mediterranean: a new migrant and wintering species.
Revista Catalana d’Ornitologia 31:7-14.
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