Cruz Flores
et al (2019) analizan la
migración y la ecología de la alimentación del petrel de Bulwer (
Bulweria bulwerii) reproductor en una localidad de las
islas Canarias (islote de Montaña Clara) utilizando datos de diferentes proyectos de investigación y conservación en 2010-2018. Esta especie de distribución pantropical está catalogada como
En Peligro en España y como Preocupación Menor a nivel mundial. Los movimientos anuales se estudiaron en
adultos mediante el uso de
geolocalizadores por niveles de luz (migración) y
registradores GPS (alimentación). Dado que más del
50% de la población está formada por inmaduros, estos podrían mostrar un uso del espacio distinto a los reproductores.
Los petreles de Bulwer ocupan esta
zona de cría desde mayo hasta agosto. Se obtuvieron
59 viajes de alimentación completos (2017-2018), sobre todo
en torno a Canarias, Azores (1.800 km), Marruecos y Sahara Occidental, siempre en aguas oceánicas
sin penetrar en la plataforma continental. La duración, distancia y localización de los viajes muestran variaciones entre fases reproductivas. Durante la
incubación, machos y hembras se alternan en
turnos de hasta 15 días, lo que permite recorrer
grandes distancias para alimentarse (media 2.257 km). Después de la eclosión, el
pollo debe ser alimentado, por lo que el
tiempo y la distancia se reducen a la mitad, sin diferencias entre sexos. Los porcentajes de vuelo nocturno y diurno fueron similares. Durante la época de cría 2015-2017: adultos
ceban a sus pollos sobre todo con peces (66%), seguido de cefalópodos (28%) y crustáceos (6,3%).
En cuanto a la
migración, se analizaron
105 ciclos de un año. Durante el periodo invernal se observan
dos grandes estrategias: invernada en el Atlántico Central y en el Atlántico Sur, en ambos casos restringidos a
aguas estrictamente oceánicas. Todos comienzan la migración postnupcial entre finales de agosto y principios de septiembre, con primera parada migratoria a mediados de septiembre. Los invernantes en el
Atlántico Central ocupan una única área de invernada entre 20°N y 10°S de latitud, mientras que los invernantes en el
Atlántico Sur pueden realizar hasta cinco paradas migratorias, rebasando los 15°S y en ocasiones hasta los 30°S. La
invernada estricta se extiende desde noviembre hasta febrero. Entre finales de marzo y abril comienza la migración prenupcial,
regresando a la zona de cría a finales de abril de forma casi simultánea para ambos grupos. No hubo grandes diferencias en estos patrones entre años ni entre machos y hembras. Las aves son
fieles a sus rutas migratorias y zonas de invernada. Comparando entre poblaciones, las aves de Montaña Clara (islas Canarias) y de
Azores invernan en el Atlántico Central y Atlántico Sur, mientras que los individuos de
Cabo Verde, más meridionales, invernan sólo en el Atlántico Central (migración
sobresaltante). Durante la migración el vuelo es algo más nocturno que durante la época de cría, pero una vez alcanzan la zona de invernada los desplazamientos se concentran por la
noche, cuando capturar presas que realizan migraciones diarias verticales en la columna de agua.
Cruz-Flores, M.; Ramos, R.; Sardà-Serra, M.; López-Souto, S.; Militão, T. y González-Solís, J. 2019. Migración y ecología espacial de la población española de petrel de Bulwer. Monografía n.º 4 del programa Migra. SEO/BirdLife. Madrid. https://doi.org/10.31170/0070