Los estudios actuales sobre migración de aves terrestres ponen de manifiesto una baja conectividad entre áreas de cría y de invernada (es decir, aves que crían en la misma zona invernan en puntos separados). También se sabe que suele haber una alta fidelidad de cada ejemplar a las áreas de cría, escala e invernada, aunque se conoce menos sobre el establecimiento de estas rutas migratorias en el primer año de vida. En algunas especies estudiadas los jóvenes aprenden las rutas de los adultos (p. ej. cigüeñas, grullas, águilas, buitres o milanos), pero en otras especies los jóvenes migran por separado de los adultos y parece que las rutas están reguladas genéticamente (p. ej. halcón de Eleonora y cuco). Poco se sabe sobre el papel que juegan los factores ambientales.
Un estudio con 31 abejeros europeos (Pernis apivorus) juveniles seguidos por satélite desde Finlandia, entre 2011 y 2014 (21 nidos en 16 territorios), trata de resolver algunas cuestiones (Vansteeland et al 2017). Tres aves murieron en el nido (dos por depredación y una por enfermedad) y otra al poco de empezar la migración. Dado que los jóvenes abejeros migran una o dos semanas después que los adultos, no pueden aprender de ellos las rutas. La dirección sur del viaje debe estar establecida genéticamente, pero en el estudio se observa como las rutas divergen poco después de su inicio, sorteando los accidentes geográficos de modo diferente a los adultos (cruzan por cualquier parte del Mediterráneo, no muriendo ninguno en esta fase) y con destinos finales en un área muy extensa en África con extremos separados 3.340 km (en el Báltico la separación ya es de 1.034 km y en el Mediterráneo de 2.286 km). Los modelos estadísticos indican que las condiciones de viento son el principal condicionante de las rutas seguidas, una factor azaroso que contribuirá a conformar las rutas migratorias en la etapa adulta. La supervivencia fue alta: 74% de las aves marcadas y 89% de las aves que inician la migración. Los abejeros suelen permanecer dos años en África antes de regresar a las áreas de cría, en ese tiempo se desplazan mucho, pero suelen regresar al punto inicial de la invernada.
Vansteelant WMG, Kekkonen J, Byholm P. 2017. Wind conditions and geography shape the first outbound migration of juvenile honey buzzards and their distribution across sub-Saharan Africa. Proc. R. Soc. B 284: 20170387.
http://dx.doi.org/10.1098/rspb.2017.0387
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