El arruí (Ammotragus lervia) fue introducido en Murcia en 1970, cuando la cabra montés era escasa, tras una fuerte reducción entre 1850 y 1950 ocasionada por la persecución directa y el abandono del campo. Por entonces, en el sureste ibérico habían desparecido el ciervo, el corzo y el jabalí. El lugar de introducción fue la sierra de Espuña, propiedad del Estado, declarada Reserva Nacional de Caza en 1973 (8.000 ha). En 1970 se alojaron en un cercado 30 ejemplares traídos de zoológicos de Alemania y Marruecos. A finales de los 1970 ocupaba 130.000 ha y empezó a cazarse. En los 1990 alcanzó su máximo, con 2.000 ejemplares en 150.000 ha colonizando Almería. En 1992 un brote de sarna sarcóptica redujó la subpoblación de Espuña en un 90%. En 2013 se puso en marcha un plan de control pues ya era una especie conflictiva. En 2016 se prohibió la caza deportiva por su carácter invasor, teniendo que procederse a su erradicación. Sin embargo, la ley fue modificada para permitir de nuevo su caza. El control poblacional continua, y en Espuña ha reducido su densidad un 50%.
Por su parte, la cabra montés (Capra pyrenaica) estaba acantonada en 1970 en cuatro localidades aisladas del noroeste de Murcia. Desde entonces fue aumentando lentamente, pasando de 60.000 a 90.000 entre 1971 y 1994. En 1995 fue incluida en el catálogo de especies amenazadas, del que salió en 2003 para permitirse su caza. En 2017 ocupaba 210.000 ha tras una dinámica irregular con fases de aumento, estabilidad (1995-1999) e incluso disminución (2000-2009). En los años 1980 empezó a solaparse con el arruí y en 2017 todas los núcleos de arruí conviven con cabra montés (no al contrario), pues esta última ha realizado una mayor expansión.
S. Eguía, R. Pascial, J. A. Sánchez, B. de las Nieves López, F. Botella y A. Giménez. 2019. La expansión del arruí y la cabra montés en la Región de Murcia. Quercus 395 (enero):20-25.
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