El desmán ibérico (Galemys pyrenaica), endémico del norte de la península Ibérica, está ha entrado en regresión en toda su área de distribución.
En Cataluña su área de distribución se ha reducido un 40% desde el año 2002 y se estiman 500-1.000 ejemplares, con baja precisión. El primer estudio, entre 2002 y 2004, fue encargado a Pere Aymerich y Joaquim Gosàlbez (Universidad de Barcelona). Se rastrearon más de 400 tramos fluviales del Pirineo, desde el Valle de Arán hasta el Ampurdán, a lo largo de 500 kilómetros, estando presente en la cuarta parte de los tramos visitados. En el valle del Garona (Val d’Aran) y la cabecera del las Noguera Pallaresa su presencia era numerosa, mientras que en el Segre (Cerdanya y Alt Urgell) era menor, siendo ya muy escaso en las cabeceras del Ter (valles de Camprodon y Ribes). No se encontró en el resto de cuencas fluviales pirenaicas (Noguera Ribagorçana, Llobregat, Fluvià, Muga). Un segundo estudio ha tenido lugar entre 2013 y 2017. Los resultados son peores de lo esperado, con un declive preocupante. En conjunto la distribución ha disminuido más del 40%, aunque de modo desigual: 18% en las cabeceras del Noguera Pallaresa, superior al 50% en Garona/Val d’Aran y Segre y 80% en el Ter. En amplios sectores de las cuencas del Garona y del Noguera Pallaresa parece que ha desaparecido, lo mismo que en toda la Noguera de Cardós, donde era abundante. En ríos del Pallars, la densidad es de 0,5-2 ejemplares/km. Si esta cifra se extrapola a todos los ríos con indicios de presencia, se estiman 500-1.000 ejemplares, posiblemente más cerca de 500. El declive del desmán en los Pirineos se debería básicamente a una alteración de los caudales en los ríos, ocasionado por los cambios en el régimen de vaciado de las instalaciones hidroeléctricas y la mayor captación de agua para uso humano (consumo, riego de prados, turismo).
La Fundación Biodiversidad, adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica, ha completado un amplio abanico de actuaciones desde 2012 en aplicación del proyecto Life+Desmania en Castilla y León y Cáceres, donde el declive llega al 95%. Se ha trabajado en seis provincias (Cáceres, Ávila, Salamanca, Zamora, Palencia y León), prospectando 9.000 kilómetros de ríos. Se han descubierto nuevas poblaciones. Las acciones se han centrado en mejorar el hábitat (eliminar barreras, limpiar basura) y capturar cientos de visones americanos. En Castilla y León se estiman 190-250 ejemplares. Si se suma Cáceres, el total no superaría los 400 ejemplares. Las causas de la regresión en el Sistema Central son los estiajes acusados, el cambio climático, el visón americano, las extracciones ilegales de las aguas de los ríos y los efectos de los incendios (erosión, sedimentos en los ríos).
https://www.lavanguardia.com/natural/actualidad/20190311/46909124150/desman-iberico.html
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